Xavi Torres: “El año pasado pensé en la retirada seriamente”
El nadador paralímpico mallorquín reconoce que su veteranía, algún mal resultado y 22 años en la alta competición hicieron que comentara a algunos compañeros y técnicos que el Europeo de Berlín (2011) era su último campeonato internacional.
El apoyo de su familia, su entrenador, los seleccionadores nacionales y el Comité Paralímpico Español, han hecho que Xavi recobre la ilusión y opte a disputar sus sextos Juegos Paralímpicos en Londres.
“El año pasado pensé en la retirada seriamente”. “Les comenté a distintos compañeros del equipo nacional y a algunos técnicos, que el pasado Europeo de Berlín era mi última participación internacional”. Así lo reconoce el nadador paralímpico mallorquín, Xavi Torres, en una entrevista concedida a la Revista Perfiles publicada en su último número.
“Varias personas han achacado los últimos resultados (4º en el Mundial y 3º en el Europeo) a que dedico mucho tiempo a otras actividades pero creo que no es justo ya que tras tantas temporadas a alto nivel es algo que sucede habitualmente en los deportistas”, indica.
“Me tomé un buen descanso en verano y la comprensión y apoyo de mi entorno me ha ayudado a ver las cosas de un modo más optimista”. En este sentido no tiene palabras para agradecer el apoyo de su familia y su entrenador Toni Pomar. “También las conversaciones con los seleccionadores, Laureano Gil y José Luis Vaquero, han resultado importantes para decidir continuar en la alta competición, tanto como el apoyo y confianza del Comité Paralímpico Español para 2012”.
Con 16 medallas paralímpicas (5 de oro, 5 de plata y 6 de bronce), Xavi Torres acaba de hacer la mínima B, por lo que está en condiciones de disputar sus sextos Juegos Paralímpicos y, como él dice, “creo que me he ganado el poder disfrutar de Londres, aunque no voy a regalar nada”. Su objetivo es ser finalista y lograr la mejor clasificación posible en 150 metros estilos. “Son objetivos reales y, aunque soy ambicioso, no me quiero marcar expectativas muy altas”, indica.
Y para cumplir con su objetivo, en la actualidad hace entre 6 y 8 sesiones de agua a la semana que van de 3.500 a 4.000 metros, más un complemento de preparación en seco a diario. “Yo tengo una forma de nadar muy agresiva, debido a mi discapacidad. Debo trabajar con mucha frecuencia de nado, es decir, con un ritmo de brazada muy alto, lo que supone un desgaste muscular y de articulaciones muy exigente”.
“Como ejemplo te diré que cuando trabajo en intensidades altas, mi frecuencia de nado va entre 77 y 80 ciclos de brazada por minuto. Cada ciclo son 2 brazadas así que hago unas 150 o 160 brazadas por minuto. Es un ejemplo de la exigencia de mi forma de nadar, y eso desde los 14 años hasta los 38 que cumpliré, hace que tu cuerpo se resienta”, señala a la Revista Perfiles.
En esta entrevista el nadador mallorquín también recuerda cómo llegó a la natación. De hecho, cuando era pequeño apenas se había fijado en este deporte hasta los 10 años. “Empecé un poco por casualidad, como método de rehabilitación”, reconoce. “Me permitía mejorar en fuerza, coordinación y desarrollarme a nivel motriz mucho mejor dentro de mi discapacidad”.
A pesar de que también le gustaba el tenis de mesa, lo que le enganchó a la natación fue ver sus progresos y “compartirlo con otros niños” de su edad, al margen de su discapacidad. “También descubrí el mundo de la competición en el que me marcaba pequeños objetivos que mantenían mi ilusión para esforzarme cada vez más”, añade Torres.
Ahora reconoce que la natación es una forma de vida para él. “Me ha enseñado mucho en mi vida y me ha permitido desarrollar una carrera deportiva que me ha aportado cantidad de cosas como deportista pero, sobre todo, como persona. Nunca pensé que la natación significaría todo esto para mí, pero las cosas fueron bien, mi deporte se me daba bien y acabó siendo como mi trabajo”.
Ese trabajo, junto con el apoyo familiar, de sus técnicos, su entorno y los clubs, hizo que Xavi Torres comenzara a dedicarse de forma profesional a la natación en el año 2000, a pesar de que ya había ganado medallas en los Juegos Paralímpicos de Barcelona ’92 y Atlanta ’96. “Barcelona fue un punto de inflexión para mí. Era un chaval de 18 años atrevido y descarado, con una forma de actuar y competir muy pasional”.
Ahora reconoce que es “más tranquilo, más racional y más sentimental”, por lo que trata de “disfrutar de cada prueba como si fuera la última”. Así, Xavi Torres compagina en la actualidad su actividad deportiva con el trabajo en la dirección general de Deportes del Gobierno Balear y en distintos medios de comunicación, algo de lo que está muy agradecido, ya que le permiten seguir en el agua.
“Siempre he sido una persona inquieta y creo que es importante no centrarse en una actividad única ya que el deporte tiene una vida limitada y hay que mirar siempre al futuro. Una lesión o un mal resultado deportivo puede ser fatal si no tienes más cosas por hacer, y además te deja una vida muy vacía”, reconoce el carismático nadador mallorquín. “Para mí la natación es muy importante pero no es lo único”.
En este sentido, recuerda que siempre ha tenido que compaginar la natación con otras actividades, “ya que en los años 90 nuestro deporte no era profesional ni se ganaba dinero alguno, así que debías dedicarte a otras cosas para ganarte la vida”. “Lo que tenía que hacer en el deporte paralímpico lo he hecho desde hace años, así que creo que me he ganado el derecho a dedicarle el tiempo y esfuerzo que quiero, sin tener que dar más explicaciones”.
Por ello reconoce que a día de hoy centrarse exclusivamente en su deporte sería “una barbaridad”. “Soy un nadador veterano con 22 años en la selección (mi primera temporada fue la de 1989/90) y debo pensar también en un futuro cercano fuera de la natación en el que todas esas ocupaciones serán muy importantes para mí y me permitirán también tener una estabilidad en mi vida”. ver entrevista
Jaime Mulas/Servimedia Comunicación