Crespí se hace con la plata con el equipo de rutina técnica
Marga Crespí no falla. La mallorquina tenía en sus previsiones subirse de nuevo al podio en la jornada de ayer del Mundial de Barcelona y lo hizo junto con sus compañeras del equipo nacional de rutina técnica. Las españolas se hicieron la presea de plata, solo superadas por las inalcanzables rusas, en lo que es la tercera medalla del equipo nacional.
El combinado español de natación sincronizada conquistó su primera plata en los Mundiales de Barcelona tras obtener la segunda mejor puntuación en la final de rutina técnica por equipos, por detrás de Rusia. Al ritmo de ‘Tamacum’, la canción de guitarra española de los mexicanos Rodrigo y Gabriela que también utilizó en el técnico por equipos en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, España sumó 94’400 puntos en la final, muy lejos de nuevo de las rusas (96’600), pero con más de un punto de ventaja con respecto a las terceras clasificadas, las nadadoras ucranianas (93’300). Estas tres selecciones, ante la ausencia de China, que en Barcelona únicamente compite en las modalidades de solo y dúo, hicieron valer, tal y como estaba previsto en el guión de los Campeonatos de Mundo, el orden del podio conseguido en el preliminar que se disputó el primer día de competición.
Rusas y ucranianas incluso mejoraron en una décima su actuación con respecto a la del pasado sábado. La puntuación de España, en cambio, fue tres décimas peor que en la previa, aunque el margen de las chicas de Esther Jaumà era tan amplio que en ningún caso peligró el subcampeonato. Y eso que el equipo contó ayer con su nueva líder, Ona Carbonell, que no había nadado el preliminar para ahorrar energías con vistas a las competiciones de solo y dúo. La catalana ya suma tres medallas en estos Mundiales, pues a la de bronce lograda ayer en el equipo técnico hay que sumar los dos bronces que se ha colgado ya en solo técnico y dúo técnico, haciendo pareja con la mallorquina Marga Crespí, que ya tiene dos preseas (plata y bronce).
Pese a que España hizo vibrar de nuevo al público que se dio cita en el Palau Sant Jordi con un número lleno de energía, la exigencia de la rutina técnica por equipos le hizo cometer algunos pequeños errores que los jueces no pasaron por alto. Todo lo contrario que Rusia, con un fondo de armario tan amplio que no necesitado de sus dos mejores nadadoras, Svetlana Romashina y Svetlana Kolesnishenko, para vencer una vez más con insultante autoridad. Su danza de folclore ruso dentro del agua ha vuelto a estar ejecutada de forma impecable, una obra de casi perfecta de coordinación y alarde técnico con la que ha vuelto a bañarse en oro.
www.diariodemallorca.es