Reflexiones de Miguel Bestard, presidente de la FFIB, ante las agresiones a los árbitros
A raíz de la agresión de un joven árbitro en León , el presidente de la FFIB hace una serie de reflexiones sobre el comportamiento de los padres de los futbolistas .
Cuando ya había escrito las reflexiones que siguen , me llegan los detalles de la brutal agresión a un joven árbitro del Comité Balear en Son Roca . Llueve sobre mojado ! Los árbitros tienen toda la razón para indignarse porque no hay derecho que se actúe con violencia cuando no se tienen argumentos deportivos. Los árbitros también son deportistas y no hacen más que aplicar las reglas del juego . Hasta que esto no lo tengan claro todos los que rodean al fútbol habrá episodios como el del capitán del Son Macià -sí, el capitán – que , por no estar de acuerdo con el criterio del juez , le pega puñetazos y patadas !
La Federación siempre estará al lado de los árbitros y luchará para que los clubes, los directivos , los seguidores y los jugadores , respeten esta labor arbitral . Las personas que no respetan los árbitros no pueden jugar a fútbol , ni ser directivos de clubes o técnicos. En la FFIB lo tenemos claro y daremos apoyo a las denuncias contra la violencia .
La educación de los futbolistas debe empezar a ca – suya. Por eso estas reflexiones :
PADRE DE FUTBOLISTA : NO HAGAS EMPEGUEÏR -SE TU HIJO !
La noticia llegó de León , pero cae como un golpe en las conciencias de los que amamos el fútbol : en un partido de prebenjamines (6-7 años ) : el padre de un jugador agredió a un árbitro de 16 años causándole lesiones diversas.
Seguramente muchos coincidiremos a pensar que este agresor es un mal padre , por el ejemplo que da a su hijo , y un cobarde , porque ataca un menor ( un árbitro – niño ) que está haciendo su trabajo . Si gratamente en la noticia, leemos que el árbitro es un joven inmigrante de Argelia. Además , el mal padre y cobarde agresor también puede ser que sea un reprimido racista .
Lo que está claro que este sujeto es una vergüenza para el club, para el equipo , para el colectivo de padres y , sobre todo , una vergüenza para su hijo .
¿Qué pensaría el niño- futbolista de 7 años en ver que su padre agredía a puñetazos al árbitro ? Seguramente le entraron ganas de desaparecer, de llorar , de correr hasta su casa y esconderse bajo la cama . Un niño que está empezando a practicar su deporte favorito, que ha encontrado un grupo de amigos con los que forma un equipo , que ya entiende las reglas del juego , que se entrena entre semana y se viste feliz los domingos con los colores de su club , no merece tener un padre que a puñetazos le destroza toda esta ilusión infantil.
Aquí en las Islas Baleares también hemos tenido algunos ejemplos de agresiones a colegiados por parte de padres de jóvenes futbolistas . Por supuesto, tuvieron la condena inmediata de los clubes afectados ( esta temporada , el CD Manacor prohibió la entrada de un padre agresor y el club La Salle expulsó tanto al padre como al jugador cadete ) .
Desde la Federación siempre hemos luchado para que estas situaciones no se reproduzcan y hemos organizado campañas diversas. Los árbitros hace años que pusieron en marcha un eslogan muy acertado : NO AL insulto . Porque si no hay insultos previos , no hay agresiones . Así de fácil .
Esta es la clave . Porque muchas veces , el ambiente que se vive en las gradas de cualquier partido de fútbol base está contaminado por los insultos de los padres de los jugadores . Insultos al árbitro sobre todo , e insultos también a los otros jugadores , sean juveniles , cadetes , infantiles, benjamines, o los seguidores del otro equipo . ¿Cómo pueden estos jugadores jóvenes aprender a jugar sin violencia , con nobleza , con respeto hacia las reglas y las decisiones arbitrales , si desde la grada les llegan las agresiones verbales de sus propios parientes ?
Nos consta que hay padres que se comportan de manera irreprochable , pero también los hay que prefieren no ir a ver a sus hijos para no tener que aguantar el espectáculo de los progenitores – hooligans .
¿Qué podemos hacer ? Continuar con nuestras campañas antiviolencia , apoyar a los árbitros en el ejercicio de su difícil tarea , y estimular los clubes para que no sean permisivos con sus socios o simpatizantes agresivos . Detener a tiempo a un padre que insulta al árbitro puede evitar futuras agresiones . Y para detenerlo se le puede hacer esta reflexión : ” Si quieres ser un buen padre , no hagas empegueïr a tu hijo ! ”
MIQUEL BESTARD
Presidente de la FFIB